Durante la sesión, se evalúa cuál es el hemisferio cerebral dominante y se determina el nivel de estrés y tensión presente en la persona. Luego, se aplican movimientos sutiles y precisos que sincronizan los hemisferios cerebrales, corrigiendo desequilibrios energéticos, nerviosos y estructurales. Este enfoque permite que el cuerpo recupere su alineación y bienestar natural de manera integral.

Está dirigida a cualquier persona que quiera mejorar su calidad de vida, reducir el estrés, tensiones físicas o emocionales y optimizar su energía. También es beneficiosa para personas con dolores crónicos, ansiedad o dificultades para dormir.

El número de sesiones varía según las necesidades de cada persona, pero muchos experimentan cambios positivos desde la primera sesión. En la mayoría de los casos, se recomienda un mínimo de tres sesiones para obtener mejores resultados. Para obtener resultados óptimos, se recomienda un seguimiento adecuado que ayude a consolidar y mantener los efectos a largo plazo.

Se recomienda asistir con ropa cómoda para favorecer la relajación y aprovechar al máximo los beneficios de la alineación. Además, es aconsejable evitar consumir alimentos al menos dos horas antes de la sesión y mantenerse hidratado antes y después para potenciar sus efectos.

Sí, es una técnica no invasiva y completamente segura, ya que trabaja con el equilibrio natural del cuerpo sin el uso de medicamentos ni procedimientos agresivos.